En la era digital, la infraestructura tecnológica se ha convertido en el pilar fundamental para la recuperación de negocios después de desastres naturales. Su importancia radica no solo en la capacidad de restaurar operaciones, sino también en su potencial para transformar y fortalecer las empresas, planteando cuestiones éticas y ofreciendo oportunidades para la innovación en el proceso, puesto que, la intersección entre la tecnología y la resiliencia empresarial es un campo fértil para la reflexión y la búsqueda de soluciones que beneficien a la sociedad en su conjunto.

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